El pasado domingo día 2 de diciembre me acerqué junto a mi novia a una de esas joyas que Sevilla guarda en su intimidad, y no por lo escondido del lugar, si no por ese aire diferente que se respira en su patio, por el color de sus paredes encaladas, por ese dulce aroma a azucar y canela, por el sonido del torno,...Una de esas cosas que por mucho que intenten cambiar la imagen de nuestra ciudad y hacer desaparecer todo aquello que nos une a nuestro pasado siempre permaneceran intocables para aquel sevillano que como tal esté enamorado de su ciudad y de sus multiples leyendas. No lo duden ni un solo instante, si aun no conocen el convento de Santa Inés, que fundara Doña María Coronel y levantó en el lugar donde se ubicaba la casa de su amado, vayan y queden enamorado de este rinconcito que la ciudad nos regala tras un viejo portón de madera.
martes, 4 de diciembre de 2007
Visita al Convento de Santa Inés, Doña María Coronel
Hecho por moraodetunica a martes, diciembre 04, 2007
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1 puntos de vista:
Un rincón para paladear Sevilla. Y que nadie se entere de que existe...
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